viernes, 8 de agosto de 2008

Nostalgia


Como olvidar aquella tarde cuando te dije adiós, aquellos ojos que no paraban de de llover como una tormenta que nos sumergía en un profundo mar de llanto.
Y esa eterna depresión que no parecía tener fin, pues veía como se destrozada pedazo a pesado nuestras alma.

Como veía acabarse la primavera, dándole inicio así a un tirano invierno, un invierno frío y déspota que acaba mis ilusiones, mi razón de vivir y toda mi pasión.
Solo podía recordar tu tierna mirada, aquellos ojos deslumbrantes y aquella mirada que me ahogaban en un mar de lujuria y sentimientos.

Aquellos momentos que te hacia mía, aquellos momentos que sentía la silueta de tu cuerpo, tu calidos labios que solo pedían un derroche, y tu tierna mirada que se clavaba en mis pupilas.

Recuerdo como mi mano le correspondía debajo de tu ropa, la fuerza de aquellos abrazos llenos de algarabía, llenos de una ansia de poseer, tanto al punto de llegar a pensar que el amor se trata de sentirse poseído y poseer.

Pensando en el pasado y viendo el presente, como dejamos amor que esto sea una triste utopía, un sueño que solo ha quedado en el inconciente y que no volverá jamás.
Como se acaba el amor son darnos cuentas, cada quien con profundas heridas toma su camino, y decide empezar de nuevo, con otro cuerpo, otro querer.

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